jueves, 25 de octubre de 2007

VOLAR



Me desperté justo en el momento en que la madera de la cama crujió de la forma en que acostumbra hacerlo, sin ningún aviso, solo porque es viva y respira, esto me produjo un ligero sobresalto qué me inquietó tan solo por unos instantes, luego, decidí serenarme, pero un oculto terror me precipitó hacia unos acontecimientos de los que aún ahora, después de oscurecerse los días y levantarse las mañanas con su lógica perfección, jamás podré comprender ni olvidar.

Fue algo fugaz, pero por primera vez en mi corta vida pude volar, levité con suavidad hacía el techo de la habitación, allí permanecí suspendido, hasta que por iniciativa propia y dado el espectáculo que se me ofrecía desde aquellas alturas, una perspectiva de la habitación desconocida para mi, la gran cama de los abuelos, y yo dando vueltas con suavidad alrededor de la gran lámpara, decidí aventurarme y salir por la ventana que comunicaba con el comedor, después iría al jardín y tal vez mas tarde hacía las nubes, con sus caprichosas y extrañas figuras, pero la cama crujió de nuevo, percibí este aviso cómplice, al momento se me vació el cuerpo y me precipité al mullido colchón, fue como el descenso de la noria.

La bien timbrada voz de la abuela me llegaba con un tono de preocupación.

Abuela.- ... Doctor, ardía, ardía, 42 grados.

Una mano fría se introducía por debajo del pijama y me sacaba el termómetro de la ingle.

Doctor.- No hay porqué preocuparse señora, ha descendido y esto es buena señal.

Jamás he vuelto a volar.

Werther

2 comentarios:

Gwynette dijo...

Volar: la ausencia total de límites. la máxima expresión de autonomía de movimientos. La que vuela es el alma, la individualidad, que en ocasiones no puede manifestarse como desea..la excusa, fué la fiebre...:-)

Petonets sense "termómetro"

francesc dijo...

yo tambien vole, junto con conejos dorados que aparecian y desaparecian de las paredes del patio que veia desde la cama de la casa de mis padres. ahora siempre veo los restos de los conejos en el patio de mis padres, pero no salen de las paredes y del dorado de sus pelos nunca mas se supo.